Venía yo esta tarde pensando cuál iba a ser mi siguiente batallita para el blog y, mira por donde, me la he encontrado por el camino...
Mi garaje es uno de esos comunitarios, debajo de una plaza y con una rampita, de los que tienes que esperar un momentito hasta que se abre la puerta. Ya me pareció extraño que se pusiera a mi lado un chaval de unos 12 años en una bici, pero le puse cara de mala leche y se quitó, pero en lo que bajaba la rampa, sus coleguitas se dedicaron a tirar piedras, arena y escupitajos al coche. Sin salir de mi asombro, conseguí aparcarlo mientras tres sitios más allá, los vecinos limpiaban su propio coche. En un -3 no hay cobertura, asi que subimos a la calle y llamamos a la policia, eso sí, acojonados por si la panda de animalitos nos veía. Entr tanto que esperábamos a los municipales, pasó otro vecino, al que por cierto, le había pasado lo mismo unas semanas antes...
¿Qué mierda de generación está creciendo aquí? Manda huevos, que ir por la calle sea perfectamente seguro a las 3 de la mañana porque los enanos están durmiendo, pero a las 8 de la tarde te tengas que preocupar de los hijos de puta adolescentes del barrio.
PD: Sí, los tacos sin censura, que si los cabrones de diez añitos pueden hacer el cafre como les venga en gana, yo puedo decir lo que me salga del coño, y más si hasta viene en el diccionario
¡Qué carácter! No se queje usted de los niños y pida que castren a sus padres... para que no tengan más mini delincuentes...
ResponderEliminarUna persona que trata, a menudo, con estos personajes.
Grandiosa idea, yo había pensado ponerles estricnina en las cervezas
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